Pilar Rahola EL PRINCIPAL ENEMIGO DEL PUEBLO PALESTINO PALPITA EN SU INTERIOR

pilar-rahola-21«Entiendo que nos quieran borrar del mapa, pero no pretendan que cooperemos con ustedes para lograr ese objetivo». El hecho de que esta vieja frase, de una cáustica Golda Meir a los dirigentes palestinos, sea tan vigente en la actualidad nos da la medida de la tragedia que sufre Tierra Santa desde hace décadas. En realidad, esa misma frase yace en la drástica decisión militar que ha tomado el Gobierno israelí, y que lo ha vuelto a poner bajo el punto de mira —y de ira— planetario: la necesidad de frenar el permanente intento de destrucción de Israel.

Como decía recientemente el profesor Joan B. Culla, ante la incursión militar del Tsahal en la franja de Gaza caben múltiples reacciones y algunas tienen un sentido crítico justo. Pero como abundan las reacciones histéricas, carentes de cualquier atisbo de reflexión serena, estrictamente basadas en el maniqueísmo y el prejuicio, será necesario hacerse algunas preguntas al albur de los hechos.

Lo escribía hace poco el periodista Ari Shavit en Haaretz: «La operación Plomo Fundido es una operación justa. Y es, también, una operación trágica». Discrepo del término «justo» porque, como también decía Golda Meir, «las guerras no nos gustan, ni cuando las ganamos». Nunca puede considerarse justa una incursión militar que provoca decenas de muertos, aunque tenga como objetivo la destrucción del operativo militar de Hamas. Pero, ¿puede considerarse inevitable?

Algunos intelectuales, como Amos Oz, ya han alertado de que la incursión en Gaza implicará una nueva gran campaña contra Israel. Pero incluso la izquierda israelí mantiene una posición muy tibia respecto a la incursión. Yes que la decisión de atacar a Hamas llega después de un tremendo cansancio de la sociedad israelí, harta de no encontrar ninguna salida ni ninguna esperanza. Y harta de saber que el otro lado trabaja incansablemente para destruirla.

Veamos, pues, las preguntas, dirigidas especialmente a los pancartistas que vociferan su odio a Israel por las calles de nuestras ciudades, la mayoría sospechosos habituales, desde los convencidos de la izquierda intolerante, siempre preparados a levantar el puño contra Israel, hasta los múltiples sectores del islamismo. Curioso, por cierto, este pornográfico compadreo. Los que salen a la calle dicen hacerlo a favor de la libertad de Palestina.

Bien, ¿dónde han estado durante todos estos años en que han crecido fenómenos fundamentalistas que oprimían hasta el delirio a los propios palestinos? ¿Hamas tiene algo que ver con la libertad, o tiene todo que ver con el fascismo de corte islamista? ¿La libertad se defiende adiestrando a niños para el suicidio y esclavizando a mujeres? ¿La libertad la defiende Irán, país que sostiene económicamente a Hamas? ¿Es la libertad el patrimonio de los terroristas de Hizbulah?

Dicen, también, que salen a la calle por solidaridad. Bien. ¿Solidarios con quién? ¿Con Mahmud Abas, el presidente palestino, que ha sido menos crítico con la incursión que cualquier pancartista europeo? ¿Con los palestinos que no están de acuerdo con el uso de los fondos de ayuda a Palestina para armar ejércitos y preparar atentados? ¿Se han preguntado qué ocurre con esos fondos? ¿La solidaridad con los palestinos se defiende minimizando el terrorismo y perdonando las agresiones de Hamas? ¿Se defiende la paz aupando a líderes palestinos que no creen en ella?

Es cierto que, contra Israel, la izquierda intolerante vive mejor. Y es cierto también que, a realidades complejas, la masa vociferante prefiere la simpleza de los malos y buenos. Pero más allá de los prejuicios, los hechos son tozudos. Israel se retiró de Gaza, dejando intactas las estructuras económicas que había creado. Hamas las destruyó todas y aprovechó la retirada para volver a preparar un ejército de destrucción. Y centenares de misiles después continúa preparándose para ello.

El silencio de esa izquierda, hoy tan gritona, ha sido muy significativo. Lo que está ocurriendo en Gaza es trágico. Pero no empezó con la incursión de Israel. Y cargar todas las culpas contra Israel es cómodo y es simple, pero no sirve de nada. Porque el principal enemigo del pueblo palestino palpita en su interior.

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Acerca de Alfonso Molina

Alfonso Molina. Venezolano, periodista, publicista y crítico de cine. Fundador de Ideas de Babel. Miembro de Liderazgo y Visión. Ha publicado "2002, el año que vivimos en las calles". Conversaciones con Carlos Ortega (Editorial Libros Marcados, 2013), "Salvador de la Plaza" (Biblioteca Biográfica Venezolana de El Nacional y Bancaribe, 2011), "Cine, democracia y melodrama: el país de Román Chalbaud" (Planeta, 2001) y 'Memoria personal del largometraje venezolano' en "Panorama histórico del cine en Venezuela" (Fundación Cinemateca Nacional, 1998), de varios autores. Ver todo mi perfil
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4 respuestas a Pilar Rahola EL PRINCIPAL ENEMIGO DEL PUEBLO PALESTINO PALPITA EN SU INTERIOR

  1. Efrín dijo:

    Todos se olvidan de la raíz de este conflicto, que unos y otros quieren ocultar, Pilar lo sabe y no lo dice. Hay un trasfondo económico que no se puede negar, el contrabando por Egipto de productos ha afectado grandemente a la economía Israeli, que hasta hace unos años sobrevivía de la ayuda destinada a Gaza, y es que los gobiernos que ayudan a Palestina hacen sus compras en Israel y canalizan esta, la ayuda, a traves de sus fronteras. Un buen negocio para Israel, que se aprobecha del conflicto, para lucrar con el hambre que ellos han generado. Esto se ha incrementado en los últimos meses, llegando ha afectar los ingresos de las grandes empresas que suministran alimentos en Israel, debido a la creciente auto-suficiencia alimentaria de Gaza, contrabando mediante. Ahora bien, via contrabando también, se ha introducido armamento, sin duda, pero es mínima la cantidad en comparación con los productos en general que entran por este medio. Se crea entonces en la gente el argumento de que por contrabando se introduce exclusivamente armas, y eso es falso, por que el contrabando de armas constituye apenas el 7.5% del total de contrabando. Pero es una buena forma de atemorizar al pueblo Israelí y justificar un genocidio que tiene el único propósito de evitar este contrabando, pero no por las armas, sino por la ayuda humanitaria que ingresa por este medio y que afecta la economía israeli fundada en este bloqueo a la franja de Gaza. Doña Pilar lo sabe bién pero no lo quiere decir, se entiende.

    Un abrazo!

  2. Fran dijo:

    Estoy totalmente de acuerdo con usted en este asunto Doña Pilar.
    La batalla mediática la tienen por completo ganada por completo los palestinos.Lo irritante no es que lo tenga el pueblo palestino, sino Hamas.
    Israel podrá todas las guerras del mundo, pero jamás podrá llegar al corazón de la sociedad europea porque desde los medios de comunicación nunca se ha querido presentar la problemática objetivamente y sin tapaderos de lo que realmente pasa allí.
    Es triste ver cómo se manifiesta la población en contra de Israel incluso apedreando su embaja pero no se manifiesta en contra de la misión internacional en Afganistán, que sin duda ha dejado y deja muertes inocentes, con Serbia, dónde la OTAN bombardeó salvajemente ciudades serbias, o no se manifiestan contra China por poner un ejemplo por auspiciar la guerra civil en Sudán y las masacres de Darfur.
    Si me permite, me gustaría poner un enlace a un video de un debate en Libertad Digital TV .
    Se que el medio de comunicación no le será de agrado, pero lamentablemente es el único medio dónde he visto algo coherente a este tema y además de ser un debate extraordinario.

    http://www.youtube.com/user/libertaddigitaltv

    Un saludo.

  3. Fran dijo:

    El enlace le he puesto mal.


    Perdón por las molestias.

  4. Sonia dijo:

    Leo los comentarios a los artículos sobre el conflicto en Gaza de tu blog y no deja de sorprenderme la abrumadora secuela que persiste aún hoy del antisemitismo histórico.
    Nadie habla de los cohetes y morteros lanzados durante años (después del retiro de Israel de la franja de Gaza), hacia territorio israelí. Hacia comunidades civiles. Sin respetar treguas ni acuerdos.
    Nadie habla de las cruentas acciones de los terroristas de Hamas en contra de sus adversarios, también palestinos, de otras facciones. (A los simpatizantes de Al Fatha los lanzan por las azoteas o los asesinan en lugares públicos).
    Nadie habla de la tragedia de los mismos habitantes de Gaza -esta vez, palestinos cristianos- que viven sometidos al terror de Hamas.
    Se manipula sí con la palabras «ataque», en lugar de «defensa»; «genocidio» en lugar de «guerra»; «desproporción» como si los cohetes de Hamas fueran de juguete… Viejas formas de antisemitismo con vocabulario de estreno.
    No hubo protesta alguna, mucho menos ninguna manifestación de calle, por las víctimas de los atentados suicidas (centros comerciales, autobuses etc etc) ocurridos en territorio israelí a manos del fundamentalismo islámico. Tampoco por las víctimas de los cohetes y morteros lanzados desde gaza (por cierto, desde escuelas y hospitales) hacia Israel.
    ¿Nunca hay muertos en Israel?
    Israel – a diferencia de otros pueblos- no muestra sus muertos. Porque merecen respeto. Porque la fe hebrea no lo permite, es indigno usarlos.
    Sin duda el problema es complejo. Sin duda, todos los pueblos merecen tener una tierra propia, hacer de ella un estado, un país. Pero no a costa de la vida de sus vecinos.
    Parafraseando a Golda Meir…algún día la paz llegará: será el día en que a las madres fundamentalistas les duela más sacrificar a un hijo -bomba humana- que dejar de matar un puño de judíos.

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