Vaya, vaya. Qué sorpresa. Una pelicula británica de bajo presupuesto y con tono de comedia romántica logró colarse entre las postuladas al Oscar. Aún más, lanzó a una nueva actriz que seduce al construir un personaje adolescente con belleza, elegancia y talento: Carey Mulligan. Ella es Jenny, la chica de 16 años que en aquella Londres conservadora de 1961 está a punto de entrar en la vida adulta y enfrenta el dilema de seguir estudiando rigurosamente para entrar a Oxford y labrarse una carrera o casarse con ese hombre guapo y con recursos económicos que le ha revelado los placeres de la buena mesa, el jazz y los encantos de París. Parece un dilema fácil pero no lo es.
La realizadora danesa Lone Scherfig, autora de la hermosa Italiano para principiantes, narra una historia de hallazgos y decisiones a partir de los recuerdos de la periodista británica Lynn Barber, convertidos en guión por el inglés Nick Hornby. Enseñanza de vida se ubica en la Inglaterra inmediatamente previa a la irrupción de la contracultura de los años sesenta del siglo pasado, antes de que The Beatles y The Rolling Stones marcaran otra ruta en la cultura popular británica y del mundo. En ese marco Jenny está a punto de cumplir los 17 años y su principal objetivo es ingresar a Oxford. Escucha los discos de Juliette Greco, ha aprendido algo de francés y sueña con ir a París. Pertenece a una familia clase media ahorrativa y conservadora. Su vida cambia cuando conoce a David, un simpático treinteañero que le ofrece otra visión del mundo y que incluso seduce a sus padres. A medida que Jenny va aprendiendo que hay otras cosas más allá de las clases amplía sus horizontes y ambiciones. Pero todo tiene una frontera.
A primera vista parece una comedia romántica con algo de costumbrismo pero a medida que avanza se revela un relato construido más con la nostalgia de una época que con el verdadero rigor dramatúrgico de cualquier otro guión. Es una “historia de antes”, sobre una época ida, que expone una cierta moralidad, un tono familiar casi provinciano y una paradoja definitiva. Es la época en que aún las muchachas iban a la universidad para “casarse bien” y para ascender en la escala social. Por eso la afición de Jenny por la cultura francesa es una forma de rebelarse ante el orden de sus padres. Por eso, también, el encanto de David, próspero y desenfadado, termina transformando la rigidez de los padres de Jenny en una suerte de complicidad obscena. Si la chica se casa para qué tiene que ir a Oxford. Será la esposa de David. Pero es lo que parece.
El éxito de Enseñanza de vida se fundamenta en dos factores esenciales. En primer lugar, la nostalgia romántica de estos recuerdos desarrollada por Scherfig de una manera suave y acompasada, casi sin conflicto dramático, a la manera de una conversación entre amigas. Más bien es una confesión entre amigas que no pretende impactar sino atraer con su suavidad. Realmente conforma una narración muy femenina, con mucho de la inocencia perdida de una etapa en la vida, que conforma una obra distinta en el marco del cine contemporáneo.
En segundo término, la actuación deslumbrante de Carey Mulligan, esa especie de nueva Audrey Hepburn que encanta con su belleza sin agresión sexual. No es un sex symbol ni irradia erotismo. Es la chica que descubre que “la primera vez” es menos importante de lo que ella esperaba. De hecho, Jenny está presente a lo largo de la totalidad de los planos editados. Todas las demás interpretaciones giran en torno de ella, incluida la propia señora Emma Thompson, a quien nadie eclipsa.
Enseñanza de vida no es una obra en conflicto —como cualquiera de las otras nueve que concursaron este año en el Oscar como mejor película— sino una producción enamorada de su propia historia, que se rinde ante su dulzura. Por eso al principio parece una historia tonta, pero a medida en que el personaje de Jenny madura adquiere un tono de elección ante la vida. Un aprendizaje afectivo y personal.
ENSEÑANZA DE VIDA (An education), Reino Unido, 2009. Dirección: Lone Scherfig. Guión: Nick Hornby, basado en las memorias de Lynn Barber. Producción: Finola Dwyer, Amanda Posey. Diseño de producción: Andrew McAlpine. Fotografía: John de Borman. Montaje: Barney Pilling. Sonido: Glenn Freemantle. Música: Paul Englishby. Elenco: Carey Mulligan, Peter Sarsgaard, Alfred Molina, Danny, Olivia Williams y Emma Thompson, entre otros. Distribución: Cinematográfica Blancica.