Culinaria LAS OPCIONES DE YAMIN GOURMET

Diez espacios para los placeres de la cocina y las copas en una misma esquina de Caracas. Foto de Carolina Rodríguez Romero.

Desde finales del año pasado comenzó una propuesta gastronómica muy particular en Caracas que en pocos meses ha venido cobrando dimensión en la aventura del paladar. Un grupo empresarial liderado por Andrés Yamin ha arriesgado capital, esfuerzo y visión en la creación de Yamin Gourmet. Allí comenzó a gestarse el encuentro de diez propuestas de diverso signo, concentradas en tres mil metros cuadrados dedicados exclusivamente a las artes de la mesa y de las copas. Constituye un verdadero reto en una ciudad tan agredida como la nuestra —inseguridad, racionamiento de agua y energía, inflación— que, sin embargo, no renuncia a sus tradiciones culinarias. Recuerden que Caracas, en su momento, fue la urbe de mayor riqueza culinaria en América Latina y está dispuesta a reconquistar ese sitial con este tipo de iniciativa. Los diez locales que ya están funcionando —en la esquina de la avenida San Juan Bosco de Altamira con la segunda transversal de Los Palos Grandes—  constituyen un aporte fundamental a esa prioridad. Ya les explico por qué. 

Cuando accedemos a Yamin Gourmet lo primero que encontramos es Hasna, especializado en cocina libanesa, tanto la tradicional como la innovadora, en un ambiente elegante que recuerda algunos de los mejores restaurantes de Beirut. Allí están los platillos que conocemos, interpretados con las ideas de la modernidad. Al otro lado de la planta baja se halla Il Forno, una tratoria muy grata que ofrece sus pastas, risotti, carpacci, ensaladas, pizzas, en varios ambientes, incluida una hermosa terraza. El Líbano e Italia unidos por un mediterráneo culinario.

 

Al subir topamos con dos lugares muy ambiciosos, con cocinas de autor. En primer lugar se encuentra Arte, nuevo restaurante del argentino-catalán Miguel Sánchez Romera, quien ostenta una estrella Michelin por su L’Esguard de Barcelona. Su cocina orgánica, de sabores reales, trabajada con técnicas artesanales, es muy personal y marca rutas de vanguardia. Realmente sorprende. Sólo ofrece degustaciones de nueve platillos con su respectiva armonía con vinos seleccionados. Al otro costado se aprecia Mulinazzo, donde Nino Graziano —dos estrellas Michelin por su local del mismo nombre en Italia— explora la cocina de su natal Sicilia para ofrecer variaciones de la cocina tradicional de la isla. La innovación es el signo que acompaña a sus elaboraciones. Ofrece degustaciones y selección a la carta. A mi criterio, este es la planta de Yamin Gourmet de mayor nivel gastronómico. 

En la planta de más arriba se encuentra Strip Steaks Caracas, que como su nombre lo indica es un lugar para los amantes de las carnes —nacionales e importadas— servidas en un inusual ambiente sofisticado. La idea consiste en ofrecer buena materia prima con adecuadas técnicas de cocción. Metros más allá, Ichi trabaja la propuesta culinaria japonesa con sus origamis en sala y terraza, una cómoda barra de sushi, el área con tatamis y jardín central zen. Es algo más que rolls y sashuimi. Justo al lado se ubica 57 Lounge, salón informal con tapas y tragos para el encuentro después de un día de trabajo. Desde luego ofrece su wi-fi para los que no pueden soltar su notebook. 

Una ciudad como Caracas, con un clima que envidian otras urbes, necesita más terrazas. Ese es el concepto de Yamin Deluxe, un área que aprovecha una increíble vista a El Ávila y que cuenta con un techo de más de seis metros de altura. Sirve para desfiles de moda, exposiciones o simplemente como lugar de encuentro. Bajo el mismo estilo se halla East y West, otra terraza que ofrece tragos, cocteles y pasapalos en un ambiente abierto a su entorno. 

Yamin Gourmet es un riesgo calculado del Grupo Yamin que —sin abandonar su trayectoria  en el campo del entretenimiento— se dedica ahora a plantear nuevas rutas culinarias. Cuenta con un personal entrenado en la atención al cliente, un servicio de valet parking bastante rápido y un sistema de seguridad para la tranquilidad de sus comensales y asistentes. Este reto es loable. Mientras muchos empresarios prefieren abandonar el país, este grupo de emprendedores no se rinde. Allí está y esto hay que respaldarlo. Sólo le queda a sus respectivos restaurantes y áreas de encuentro mantener la calidad para preservar y desarrollar esta experiencia.

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