
Cate Blanchett ejecuta una de sus mejores interpretaciones como la periodista irlandesa Veronica Guerin.
En esta hora aciaga que vivimos en Venezuela, cuando la agresión a la prensa se vuelve parte de la cotidianidad, es bueno rescatar algunos casos históricos de acoso a la libertad de expresión y de crímenes contra los periodistas. Es lo que encontramos en Veronica Guerin, viejo film del norteamericano Joel Schumacher que nunca se estrenó en nuestro país y que rescata la historia de la célebre reportera irlandesa que fue asesinada por la mafia de la droga a mediados de los años noventa en Dublín. En el caso de la investigadora del Sunday Independent no se trató del acoso del gobierno irlandés sino de los tentáculos del narcotráfico en las esferas del poder. Como sucede hoy en México y otros países. De cualquier manera y sean cuales fueran las razones, el hostigamiento y el crimen contra los profesionales de la comunicación debe ser condenado. En Venezuela tenemos los lamentables casos del Francisco Pancho Pérez, veterano columnista de El Carabobeño, recientemente condenado a tres años y nueves meses de cárcel por opinar sobre la conducta irregular del alcalde de Valencia. O la persecución contra Guillermo Zuloaga, presidente de Globovisión, canal que detesta el caudillo que nos gobierna. O la hostilidad contra Noticiero Digital por sus posturas en defensa de la libertad y la democracia. Revisar el film de Schumacher se convierte en una buena oportunidad para comprender lo que nos puede pasar. Se encuentra en dvd. Búsquenla.
Dueño de una filmografía irregular pero muy interesante, Schumacher se ha caracterizado por el registro de las contradicciones sociales y personales en la sociedad contemporánea. Allí están Tiempo de matar (1996) sobre el racismo, la intolerancia y la justicia, y Un día de furia (1993), sobre los cambios que se operan en la sociedad estadounidense. Por ello no extraña que su Verónica Guerin se revele como un intento de comprensión del rol de los medios de comunicación ante los problemas de su entorno. Lo hace a través de una célebre mujer asesinada a causa de la campaña que la reportera inició no sólo para denunciar la omnipresencia de los narcotraficantes sino para transformar la legislación de su país. Por lo tanto, su director no pretende sorprender al público que ya conoce la esencia de la historia. De hecho, presenta el asesinato de su heroína en los primeros cinco minutos. Más bien prefiere indagar en la personalidad de esta polémica mujer que arriesgó la tranquilidad de su familia y sacrificó su propia vida.
Acusada por muchos de sus colegas de sensacionalista, Guerin demostró su coraje de una forma inequívoca. Según la visión que ofrece el film, a ella no le importaba tanto su corrección de estilo como la contundencia de sus denuncias. La gran Cate Blanchett interpreta atinadamente a la periodista a través del estudio de sus manías y, por qué no decirlo, de su egocentrismo desmesurado. Es una actuación totalmente extrovertida, con algunos momentos de intimidad. Su Verónica Guerin es no sólo creíble sino también conmovedora El conflicto central de la historia se halla en la confrontación de su misión personal –la denuncia contra los narcotraficante y el cambio de la legislación- con la necesaria protección personal de su vida y familia. A partir del asesinato de Guerin, la película se construye como un gran flashback que muestra las primeras investigaciones de la reportera en los barrios pobres de la ciudad irlandesa. Schumacher se encarga de demostrar con creces los estragos que causa la droga y la dimensión criminal de quienes comercian con ella, sin dejar de lado las presuntas implicaciones del separatista Ejército Revolucionario Irlandés o IRA, según sus siglas en inglés, en el asunto. De esta manera elabora el marco dramático que justifica la conducta de su personaje central. A partir de esta premisa, se sumerge en los vericuetos de esta mujer contradictoria y osada, otorgándole un cierto aire romántico, pero dejando muy claro la lección que emana de su muerte. Tal vez sería demasiado atrevido decir que su muerte contribuyó de forma determinante a la lucha contra el narcotráfico, pero indudablemente algo cambió en las leyes de su patria. Lo que sí es evidente se halla en el extraordinario trabajo interpretativo de la australiana Cate Blanchett,
Veronica Guerin es un film arrollador que emociona e involucra al espectador, aunque éste desconozca la dimensión del drama del narcotráfico en Irlanda. Alguien ha dicho que si esta película hubiese sido dirigida por el irlandés Neil Jordan o el británico Alan Parker quizá otro habría sido el enfoque. Pero lo cierto es que un realizador estadounidense experimentado como Schumacher no dejó de lado cierto toque espectacular en la producción.
VERONICA GUERIN. Estados Unidos, Gran Bretaña e Irlanda, 2003. Dirección: Joel Schumacher. Guión: Carol Doyle and Mary Agnes Donoghue. Producción: Jerry Bruckheimer. Dirección de Fotografía: Brendan Galvin. Editor: David Gramble. Música Original: Patrick Cassidy. Elenco: Cate Blanchett, Gerard MacSorley y Ciarán Hinds, entre otros.
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