Letras MEMORIAS DEL MAGNICIDIO

“En el día de hoy, 13 de noviembre de 1950, a las 10:15 a.m., este Juzgado conoció por una llamada telefónica que en la calle La Cinta de la urbanización Las Mercedes, se había cometido un crimen.” Así, de manera directa, comienza Sumario, nueva novela de Federico Vegas que posa su mirada larga e incisiva sobre las circunstancias que rodearon la muerte del coronel Carlos Delgado Chalbaud, a la sazón presidente de la Junta Militar de Gobierno. Un asesinato que cambió el curso de la etapa política iniciada con el derrocamiento de Rómulo Gallegos el 24 de noviembre de  1948 y culminada el 23 de enero de 1958 con la caída de Marcos Pérez Jiménez. Un hecho que pertenece a la historia pero también a la leyenda. Una investigación exhaustiva —con más dudas que certezas— convertida en la materia de conversaciones de toda una generación, cuyos tres protagonistas principales para los venezolanos de la época fueron el presidente Delgado Chalbaud, su señalado asesino Rafael Simón Urbina y su sucesor Pérez Jiménez. Pero en la novela existe un cuarto personaje que devela las rutas oscuras, las verdades a medias, las voces soterradas y los participantes de una conjura meditada. Ficción fundamentada en la historia, la política y la justicia de una época, con mucho de reportaje y una buena cantidad de nostalgia. Una lectura apasionante.

Originalmente arquitecto de profesión, Vegas (Caracas, 1950) posee una trayectoria extensa tanto en el campo del ensayo arquitectónico como en sus artículos periodísticos, tanto en el terreno de la precisión cuentística  como en las amplitudes de sus cinco novelas a la fecha. En 2005 publicó su obra más celebrada, Falke, reconstrucción ficcionada de la aventura impulsada por su pariente Rafael Vegas, ilustre miembro de la Generación del 28, como participante, a bordo del barco Falke, de una invasión por Cumaná para derrocar al dictador Juan Vicente Gómez. Texto extenso y prolijo, se fundamenta sobre las notas supuestamente elaboradas por el joven invasor, a través de las cuales fluye la preparación de la acción política, su inevitable derrota militar, su desesperado deambular en fuga y su retorno al exilio europeo. Con el manejo de las notas autobiográficas del personaje se construye el edificio dramático de una historia romántica y condenada al fracaso. Técnica expositiva que le otorgó verosimilitud al relato y que retomará Vegas en Sumario como una continuidad narrativa que cambia de momento histórico pero mantiene la misma óptica como autor.

Su nueva novela abre con la visión del joven abogado Francisco José Rueda Barreto, quien supuestamente tomó las notas que alimentaron con lujo de detalles el sumario del caso. En ese trabajo minucioso —e ignorado— se fundamenta esta narración en primera persona sobre personajes reales y ficticios observados desde la perspectiva de seis décadas de recuerdos. Pero también surgen las contradicciones de un hombre que tiene una deuda pendiente —por demasiado tiempo— consigo mismo. Había leído y escuchado que Sumario es la novela del asesinato de Delgado Chalbaud,  pero a medida que me sumergía en sus páginas descubrí que detrás de esa historia mil veces murmurada —y hoy casi olvidada— se encuentran los miedos y la inseguridad de ese cuarto personaje, un hombre que estuvo allí y registró personalmente ese hecho destinado a cambiar la historia del país pero también la suya propia. Rueda Barreto rememora desde nuestros días, gracias a la insistencia de su hija Emiliana, el drama de aquellos hombres que participaron en el único magnicidio registrado en la historia venezolana. Es, así mismo, el drama de sus esposas, de sus hijos, de sus familias. No hay hechos aislados. Todo se halla articulado en una red de acciones, opiniones, actitudes y recuerdos que permanecen en el tiempo, más allá de las prisiones del olvido.

Aprecio la capacidad de Vegas para entrelazar lo objetivo con lo subjetivo, lo real con la ficción, lo político con lo personal, con la intención de revelar algunos temas y verdades de nuestra ambición democrática. Lo hace de una forma muy equilibrada al practicar la alternancia del registro oficial del caso con los testimonios de participantes y testigos del asesinato de Delgado Chalbaud y con las propias reflexiones del joven abogado marcado por aquel hecho de sangre. La visión íntima de Rueda Barreto —a ratos familiar, por momentos sentimental, casi siempre nostálgica— conforma el material que trasciende la constatación del hecho histórico. Se sabe que Pérez Jiménez utilizó a Urbina para salir de Delgado Chalbaud y hacerse del poder. Lo que se ignora —más bien se sospecha— se halla en las implicaciones de los distintos personajes secundarios que adquieren una dimensión cada vez más creciente. Uno a uno van ofreciendo sus impresiones o testimonios sobre el magnicidio y poco a poco van revelando rasgos de sus propias vidas, de sus pequeños dramas o sus mayores tragedias. Esta suerte de crónica del asesinato y sus motivaciones pronto deriva hacia un estudio casi costumbrista de la vida caraqueña en 1950, apacible, provinciana, casi familiar, donde todo está relacionado.

Es el propio abogado quien confiere veracidad a todos aquellos registros documentales al contextualizarlos y ordenarlos de manera premeditada, como sólo pueden acomodarse los recuerdos en el mapa de la nostalgia. La presencia del padre, el primer amor y los viajes de iniciación de una época se articulan con las reflexiones contemporáneas en un marco distinto, tanto en lo político como en lo personal. A la postre, Sumario se desarrolla como la novela de un hombre que se atreve a recordar y a plasmar en textos sus memorias de entonces y sus angustias presentes. Un verdadero trabajo de filigrana que revela la destreza narrativa de Vegas. Creo que es lo mejor que le he leído.

Lo único a lamentar es la ausencia de una corrección de textos que salve los gazapos que habitan en toda novela. Hay errores inexplicables que no se pueden atribuir al autor sino a quien debería cuidar las formas finales de la obra.

SUMARIO, de Federico Vegas. Alfaguara, Editorial Santillana, Caracas, 2010.

 

 

 

 

Acerca de Alfonso Molina

Alfonso Molina. Venezolano, periodista, publicista y crítico de cine. Fundador de Ideas de Babel. Miembro de Liderazgo y Visión. Ha publicado "2002, el año que vivimos en las calles". Conversaciones con Carlos Ortega (Editorial Libros Marcados, 2013), "Salvador de la Plaza" (Biblioteca Biográfica Venezolana de El Nacional y Bancaribe, 2011), "Cine, democracia y melodrama: el país de Román Chalbaud" (Planeta, 2001) y 'Memoria personal del largometraje venezolano' en "Panorama histórico del cine en Venezuela" (Fundación Cinemateca Nacional, 1998), de varios autores. Ver todo mi perfil
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