Cine DOS MUJERES, LA MÚSICA Y LA REDENCIÓN

El único lenguaje posible entre ambas es la creación.

No es un secreto que el cine alemán vive una etapa de resurgimiento, gracias a películas como La vida de los otros, Good bye Lenin y La caída, que se han atrevido a hurgar en las realidades más cruentas de su historia en el siglo XX. El nazismo y el comunismo aparecen como telón de fondo de la necesidad de comprender las razones de procesos históricos conflictivos. Pero hay otro campo de trabajo en el cine germano que registra en lo íntimo y lo contemporáneo, como Los edukadores y, muy especialmente, Cuatro minutos, escrita y dirigida por Chris Kraus, que en 2007 recibió varios premios Lola de la Academia de Cine de Alemania, incluyendo el de mejor película. Film de intensa belleza formal que expresa los abismos de la afectividad, las injusticias de los regímenes penitenciarios y la posibilidad de salvación a través del arte.

La historia de Cuatro minutos se desarrolla en una cárcel de mujeres, en la que la reconocida pianista Traude Krüger imparte clases de piano a las reclusas. Una de ellas es Jenny von Loeben, una chica recluida por asesinato. Su violencia incontenible pone de manifiesto una patología muy grave, originada en situaciones muy diversas. Ella constituye la representación de la rebeldía sin cauce. Pero esa furia encuentra una vía de expresión a través de la música y de las lecciones de Traude. A través de ese vínculo artístico, Kraus teje una relación  docente y afectiva entre la respetada profesora y su sorprendente alumna que se convierte en un reto para la primera y una necesidad para la segunda. Traude está convencida de que Jenny puede ganar el premio de un importante certamen musical. En ese desafío se cifra la médula dramática del film.

Kraus se plantea la motivación íntima como motor fundamental de la creación artística, por un lado, y la capacidad de transformar la vida de esos seres a través del arte y la docencia, por el otro. Plantea esta idea de manera muy dramática y poco convencional. En la relación que se establece entre profesora y alumna nada es normal. La tensión entre ambas se revela continuamente y nunca desaparece a pesar de ciertos momentos de encuentro y reconocimiento. Gracias a los muy agudos diálogos entre ambas y la inclusión de varios flash-backs surge el pasado de dos mujeres muy distintas pero a la vez muy parecidas, con sus conflictivas vidas y sus secretos más recónditos.

Más allá de la excelencia de sus valores de producción —fotografía, montaje, música, dirección artística—prevalece una visión pesimista sobre el futuro de los seres humanos y las relaciones que pueden cambiar sus destinos. La docencia como elemento transformador, el arte como factor de liberación personal y la búsqueda de la belleza como subversión del orden injusto se desarrollan en un ámbito hostil, de desconfianza y de carencia de amor. Los personajes transmiten sus amarguras y sus angustias. El miedo se convierte en el rasgo fundamental de sus vidas. Pero surge la posibilidad de la redención.

En ese sentido, la realización de Kraus pone el acento en la dura realidad carcelaria y la expone de una forma directa y terrible. No es otra película que retrata la vida brutal de la cárcel, como tantas que existen, sino una que sugiere una luz de esperanza en medio de tanta oscuridad, aunque es imposible el optimismo en este contexto.

La joven actriz Hannah Herzsprung se reveló como un talento en ciernes en su interpretación de Jenny y comenzó a labrar una carrera muy llamativa. A su lado surge la expresión dramática de Monica Bleibtreu como Traude Krüger. En realidad, el poder expresivo de Cuatro minutos descansa sobre las actuaciones de estas dos mujeres sobresalientes y la visión de Kraus como guionista y director.

CUATRO MINUTOS (Vier minuten), Alemania, 2006. Dirección y guión: Chris Graus. Producción: Meike Kordes, Alexandra Kordes. Fotografía: Judith Kaufmann. Montaje: Uta Schmidt. Música: Annette Focks. Elenco: Monica Bleibtreu, Hannah Herzsprung, Jasmin Tabatabai, Richy Müller, Vadim Glowna, Nadja Uhl, Stefan Kurt, Sven Pippig, Kathrin Kestler. Distribución: Cinematográfica Blancica.

Acerca de Alfonso Molina

Alfonso Molina. Venezolano, periodista, publicista y crítico de cine. Fundador de Ideas de Babel. Miembro de Liderazgo y Visión. Ha publicado "2002, el año que vivimos en las calles". Conversaciones con Carlos Ortega (Editorial Libros Marcados, 2013), "Salvador de la Plaza" (Biblioteca Biográfica Venezolana de El Nacional y Bancaribe, 2011), "Cine, democracia y melodrama: el país de Román Chalbaud" (Planeta, 2001) y 'Memoria personal del largometraje venezolano' en "Panorama histórico del cine en Venezuela" (Fundación Cinemateca Nacional, 1998), de varios autores. Ver todo mi perfil
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Una respuesta a Cine DOS MUJERES, LA MÚSICA Y LA REDENCIÓN

  1. Dato curioso: A Jenny, la protagonista, le sobraron 30 segundos en su concierto final. Sólo necesitó 3:30. No más.

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