Política ficción ¿AHÍ VIENE EL LOBO?

No. no es que viene, ya llegó. Mostró los colmillos y se dispone a zamparse de un solo bocado las libertades, la democracia y la propiedad como platillos principales de un festín tan anunciado como descreído. Este licántropo venezolano —cada vez más agotado en su discurso político y menos favorecido por la voluntad popular— juega sus cartas totalitarias para controlar una sociedad humillada por el populismo, la corrupción y el anacronismo histórico. Al hombre lobo lo respalda una minoría parlamentaria oportunista e ineficaz que pretende imponer lo que la mayoría del país ha rechazado: el esquema que fracasó en las sociedades socialistas del siglo pasado. Para ello necesita acabar con la independencia parlamentaria, la descentralización política, la autonomía universitaria, los medios de comunicación independientes, la propiedad privada grande o pequeña, la libertad de pensamiento y de acción.

Vivimos la implantación de eso que algunos analistas llaman —de manera paradójica— el neocomunismo. En las últimas semanas se ha acelerado el proceso de radicalización de las políticas autoritarias del Ejecutivo, bajo la complicidad de los poderes públicos. Cada día el Gobierno da otro paso hacia la constitución de una sociedad totalitaria que desprecia las libertades ciudadanas y la iniciativa privada en cualquier campo.

¿Estamos en presencia de un nuevo intento de golpe de Estado? Las fallidas insurrecciones militares del 4 y el 27 de noviembre de 1992 comenzaron este proceso de acoso contra el estado de Derecho en nuestro país. Ahora, casi 19 años después, con la puesta en marcha de una nueva Ley Habilitante que pretende anular vulgarmente a la nueva Asamblea Nacional y con la aprobación de nuevas leyes para controlar la información, avasallar a las organizaciones ciudadanas, someter a las universidades y permitir el despojo de nuestras propiedades y libertades, el régimen se pone al margen de la Constitución Nacional. Manifiesta su desprecio por las formas democráticas y se burla de la mayoría de venezolanos que votamos el 26 de septiembre pasado. ¿Cómo se llama esto?

Comienza 2011 con una certeza: el lobo ya llegó dispuesto a la dentellada.