Se puede decir que la oposición venezolana al régimen de Hugo Chávez, vive una de sus mejores horas desde que aquel se inició hace 13 años. Sus dirigentes han logrado organizar, casi de manera impecable, la consulta popular que tendremos el próximo 12 de febrero, para elegir diversos candidatos que nos representarán en las elecciones presidenciales y otras instancias de gobierno. La jugada ha logrado incluir a prácticamente todos los actores de la oposición venezolana. Por su parte, la campaña electoral se ha desarrollado admirablemente bien. Los candidatos han tenido oportunidad de recorrer el país y exponer ampliamente sus ideas. Han tenido también la oportunidad de exhibir diferentes estilos de liderazgo y concepciones sobre cómo se debe enfrentar al oficialismo. El tratamiento que se han dado los aspirantes entre si ha sido muy respetuoso, a pesar de la intensa competencia y de lo que está en juego. Ese comportamiento contrasta, por ejemplo, con el de los candidatos de las primarias republicanas en los Estados Unidos, que está teniendo lugar también en estos momentos. Allí, los principales candidatoshan gastado fortunas en una publicidad terriblemente negativa, cada uno contra el otro, que ha dejado en sus seguidores un fuerte sentimiento de frustración. Nada de eso hemos visto en las primarias venezolanas.
Los lideres y dirigentes de la oposición han hecho bastante bien su trabajo, con la organización de esta ejemplar consulta popular, y merecen nuestro reconocimiento. Nos corresponde ahora a los seguidores y militantes, cumplir con nuestra parte, participando y estimulando a otros a participar masivamente de la consulta. Es fundamental que el candidato que resulte electo en esta contienda, tenga el olor y el sabor de los grandes acontecimientos políticos y sociales. Los que deseamos cambiar electoralmente el rumbo del país el próximo 7 de Octubre, tenemos una primera cita el 12 de febrero. Sin duda que, además de las primarias, tenemos otras tareas importantes por delante. Afinar nuestra narrativa, nuestro relato para el electorado es una de ellas. Pero el primer paso que estamos dando, el de elegir un candidato por votación popular, nos pone en buen camino. Vayamos pues a votar, que esta es una oportunidad extraordinaria y una obligación para quienes queremos dejar de celebrar el 4 de febrero y celebrar más bien la institucionalidad y la democracia.
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