
Nacho Huett y Gonzalo Velutino ejecutan actuaciones muu expresivas, bajo al dirección de Javier Vidal.
Son varias las ideas fundamentales que atraviesan De todas todas, pero tal vez la más importante es aquella que reivindica la oportunidad del amor en tiempos de incertidumbre afectiva. La pieza de José Simón Escalona revisa las vidas de dos hombres que han compartido una relación durante diez años y, de pronto, se encuentran en un turning point. El señor se enfrenta al paso de los años y a la inminente pérdida de su compañero sentimental. El joven encara lo que considera su propio camino y opta por un matrimonio heterosexual… pero no quiere perder la amistad —así la define— de su protector señor. Cada cual acepta su momento de manera individual, adornando la realidad, mintiéndose a sí mismos, llamando las cosas con otros nombres. Supuestamente la manzana de la discordia es esa mujer —nunca la vemos— que los separa pero en el fondo las barreras son puestas por ellos mismos. Por sus miedos, sus incertidumbres, sus pérdidas. Es una relación afectiva que ha superado ciertas etapas y se aproxima a la crisis, es decir, a la nueva oportunidad del amor. Como cualquiera otra pareja. Creo que, en los últimos años, Escalona no había propuesto un texto tan íntimo y complejo. Eso se agradece.
Otra idea medular se halla en la representación de la realidad, según la óptica de cada cual, que no logra sustituir la realidad «real», por llamarlo de alguna manera. Al principio ambos personajes expresen visiones individuales de esa relación de pareja y crean sus propias ficciones. El señor asegura con cierto temor que tienen una vida común pero el joven no se considera su amante. El primero tarda en reconocer que su muchacho tiene otros intereses, otras ideas, otros proyectos. El joven no termina de aceptar su condición homosexual y fantasea con una existencia marital con una mujer. Viven juntos, comen juntos, duermen juntos pero la relación se desmorona. Lo interesante es que a medida en que se desarrolla la obra las mentiras se van desmontando y van surgiendo verdades no fáciles de aceptar.
Esta nueva producción del Grupo Theja —a punto de cumplir cuarenta años— explora un tipo de teatro que evade los convencionalismos y se distingue de otros trabajos que transitan fórmulas comerciales. No es una pieza sobre homosexuales para escandalizar las buenas conciencias sino un texto sobre seres humanos en un momento crucial de sus vidas. El avance de la edad, el futuro incierto, el placer inmediato sin culpa, el egoismo personal, la aceptación social y la necesidad de saltar la barrera de la otredad son algunas de las condiciones que nutren el desarrollo de De todas toda.
Esta obra exigía un trabajo actoral complejo que se alejara de los estereotipos del gay para sumergirse en las características y contradicciones de cada personalidad. Eso es lo que hacen con extrema eficacia Gonzalo Velutini y Nacho Huett. No gritan ni pretenden «impactar» a la audiencia, simplemente actúan. Cada actor construye la evolución de su personaje desde un inicio superficial —el señor intenta cocinar para cenar con la mujer que le quitará su amor mientras el joven se ejercita para mantener su cuerpo en forma— hasta una posterior elaboración desconcertante que revela los miedos y mentiras de cada uno. Dos actuaciones muy distintas pero igual de difíciles. Ambos actores sostienen la representación durante una hora y diez minutos. No necesitan más.
El otro aspecto fundamental reside en la puesta en escena que propuso Javier Vidal sobre la base de un único escenario —ambientado por el propio Escalona— que alberga diferentes momentos de esa relación en crisis. Se aprecia como una realización sobria, sin estridencias, centrada en el mundo interior de sus personajes y sus relaciones. Esta comprensión e interpretación del texto de su amigo y compañero de Theja se manifiesta con especial atención en los detalles, en los giros dramáticos, en el tono expresivo de la pieza. Contó con el matiz de una excelente banda musical —elegida por él mismo— que expone la evolución de sus personajes. La iluminación de Martín Flores acentúa los momentos dramáticos y diluye los conflictos cuando se requiere. El video de Hernán Mejía sustrae la atención del escenario, la coloca en una pantalla y permite expresar con primeros planos la intimidad del señor, primero, y el joven, después. Hasta el vestuario de Giovanni Scutaro luce definitivamente apropiado para cada personaje. Todo ello bajo la producción ejecutiva de Angélica Escalona.
De todas todas se destaca en la cartelera de Caracas. Es teatro de verdad. No es un mero espectáculo para facilitar la evasión del fin de semana. No pretende seducir al público con facilismos. Para mi fue muy satisfactorio encontrar, de nuevo, a un dramaturgo fiel a sí mismo.
DE TODAS TODAS, de José Simón Escalona. Una producción del Grupo Theja. Dirección: Javier Vidal. Producción general: José Simón Escalonana. Producción ejecutica: Angélica Escalona. Vestuario: Giovanni Scutaro. Iluminación: Martín Flores. Coreografía: Angélica Escalona. Selección musical: Javier Vidal. Video: Hernán Mejía. Elenco: Gonzalo Velutini y Nacho Huett. Espacio Plural del Trasnocho Cuiltural. Viernes y sábado: 9:00 pm. Domingo: 7:00 pm.
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