Último estreno venezolano del año, A mí me gusta se inscribe en los anales del homenaje la exhuberancia del trópico, a la sensualidad desbordante, a las formas, los colores y los sabores de la pasión. El film de Ralph Kinnard —cineasta alemán radicado en Venezuela desde hace diez años— celebra con la mirada del foráneo lo mejor que puede ofrecer Venezuela en el marco de la lucha entre la razón y las emociones, entre el cerebro y el corazón. ¿Cómo lo hace? A través de una comedia romántica sobre una talentosa y bella cocinera venezolana que busca hacer carrera en Inglaterra y se encuentra con un consagrado chef inglés que descubre la fascinación de los amores y sabores en esta Tierra de Gracia.
El esquema es muy sencillo y parece funcionar bien aunque convencionalmente. El encuentro entre dos mundos ofrece un caudal de situaciones que conforman una trama ligera y grata. El uso de la culinaria como vaso comunicante permite establecer una zona de sensualidades que une a los dos personajes y les ofrece una posibilidad de transformación. El inglés y la venezolana dejan de ser lo que fueron y se abren a una situación gozosa y fértil. Kinnard ironiza la actitud de los europeos ante los pueblos subdesarrollados. La escena en Londres entre la funcionaria de inmigración y la cocinera venezolana recién despedida de un restaurant es muy crítica de las conductas discriminatorias que se ejercen contra los inmigrantes, escena que puede suceder también en París, Roma o Madrid y con inmigrantes de otros países. El desarrollo del personaje de Paul es elocuente al respecto. De una actitud despectiva hacia los profesionales de la culinaria nacional pasa s ser víctima del hechizo, la espontaneidad y la creatividad de los locales. En contrapartida, Margarita sigue subestimando sus dotes para el desarrollo de su carrera en Venezuela e intenta por todos los medios marcharse de nuevo al Reino Unido sin sospechar que el amor y la cocina están en su país. En este sentido la película padece de cierta ingenuidad pues reduce el conflicto dramático a un mero contraste de mente versus emociones, por una parte, y a recrear la antigua confrontación entre el Viejo y el Nuevo Mundo.
La dirección de Kinnard es dinámica y a tono con el estilo de comedia. Mantiene el ritmo de forma constante, sin decaer la ligereza del relato. Es evidente que siente fascinación por este país, tal como expresa el tipo de encuadres utilizado y en la selección de localizaciones. La banda sonora y en especial la banda musical sobresale por su latinidad. A mi me gusta cumple con su objetivo de entretener y logra provocar risas y sonrisas en el público, pero lo hace de una manera superficial, dejando los cabos sueltos de algunas historias que apenas bosqueja, como la de la Pichi, una chica que ha salido embarazada en una noche de locura con un amigo homosexual. El viejo asunto de la discriminación inglesa hacia los inmigrantes tampoco queda resuelto. El problema del film reside en su superficialidad.
Las actuaciones de la muy expresiva Mónica Pasquualotto y el comedido Jonathan Ashford cubren las expectativas, secundado por un elenco profesional y eficiente.
A MI ME GUSTA, Venezuela, 2008. Dirección: Ralph Kinnard. Guión: Rosa Clemente, basado en una idea original de Ralph Kinnard y Reinaldo Cervini Villegas. Producción: Reinaldo Cervini Villegas. Fotografía: Alfredo Cova. Montaje: Jonnathan Hobbs. Música: Eduardo Marturet. Elenco: Mónica Pasqualotto, Jonathan Ashford, Athina Klioumi, Rodolfo Drago, María Antonieta Ardila, Albi de Abreu , Alexandra Scull, Israel Moreno Diana Abou. Distribución: Cines Unidos.
Vivo en España, y pienso que aquí jamás llegará como haría para verla?????
De las peliculas Venezolanas que he visto esta es la mejor…….. asi se hace VENEZUELA…
Es una buena película de corte romántico, que aparte tiene bellas imágenes para el turismo.
Existen muchos detalles que sería genial si los arreglaran para otras producciones. Uno de ellos es la musicalización, que es bastante mala y común, pudieron hacer una mejor banda sonora, mas propia de venezuela, no es muy bueno ese punto.
Monica Pascualoto se ve genial en éste film, las tomas de la playa son bellísimas. Los planos detalle de la comida son exelentes, aparte enfatizan mucho lo autóctono, de verdad que es una buena peli para exportar.