Xiomara Rauseo CARTA AL MINISTRO QUE NO EDUCA

Ministro, me estoy preguntando si merece la pena escribirle esta carta, después de verlo y oírlo en el acto de juramentación de las guerrillas comunicacionales. Me tome la libertad de pasear por Internet en busca de información acerca de quién es usted. Descubro que es hijo de militar, del general Héctor Navarro Torres, que es usted ingeniero eléctrico y profesor titular de la UCV, que realizó estudios de postgrado en la Universidad de Manchester, que además fue coordinador de la Comisión Central de Postgrado y directivo de la Asociación para el Progreso de la Investigación Universitaria. Pero además encuentro en la trascripción del Alo Presidente donde anuncian su nombramiento por segunda vez como ministro que el Presidente le dice “Al ministro Navarro lo llamamos Andrés Bello porque él se la pasa, como buen educador, pendiente del acento, de la frase, dígame en la Habilitante, nos ayudó mucho, con esa capacidad nos ayudaba en la redacción.”

De manera que usted, ministro, es un académico del más alto rango. No se llega fácilmente a profesor titular, no se obtienen títulos de postgrado y se hablan otros idiomas, sin dedicación y esfuerzo. Su currículo me hace entender, ciertamente,  su preocupación por el acento, la redacción, la frase.

Entonces, ministro, en qué momento usted cambia su buena redacción, su dedicación a las letras y los libros, por su vocación militar, por ese lenguaje bélico en donde se le ve, por cierto, muy cómodo: guerra, guerrilla, disparen, fusil. Cómo no se avergüenza de participar en un acto en el que se juramentan, como guerrilleros, a niños y jóvenes, entre 12 y 17 años, al mejor estilo fascista. ¿Qué le pasó? ¿Quién es usted? ¿Cómo explicar su conducta? ¿Será que lleva la fuerza, la violencia, las armas en el ADN?, como le dijo Cristina Kirchner al Presidente Chávez.

Si estuviéramos tratando de establecer responsabilidades por esta escalada de violencia, militarismo, y discurso bélico, quiero decirle que usted es más responsable que el Presidente, al menos en el discurso. Usted, mejor conocido en el Gabinete como Andrés Bello, tiene agravantes. Si, el Presidente es un militar que se formó entre balas y tanques y no para discutir ni dialogar, sino para obedecer y mandar. Para desgracia de Venezuela es su tiempo de mandar.  Pero a usted su condición de docente universitario lo obliga a dialogar, a respetar la pluralidad del pensamiento, a construir y desarrollar valores democráticos, en pocas palabras a poseer condiciones morales y cívicas, al decir de la Ley de Universidades y que, por esencia, deberían alejarlo de un gobierno militarista.

También es más responsable que sus compañeras de ese nefasto acto de juramentación. Si, allí estaba la ministra para la Comunicación y la Información, Tania Díaz, cuyo trabajo es comunicar la política del Gobierno, (léase bien: Gobierno, que no Estado) y es política destruir a quien no piensa igual, luego su presencia se entendió. Estaba también Jacqueline Farías, jefa del Gobierno del Distrito Capital, usurpadora de las atribuciones, facultades y votos del Alcalde Ledezma, es decir, alguien a quien su condición de autoridad de facto no la hacía desentonar en ese acto.

Pero para usted, ministro del Poder Popular para la Educación, su principal responsabilidad es con esos niños que tenía enfrente vestidos de chaleco verde olivo. El Despacho que usted preside tiene el deber de velar porque el sistema educativo, en todos los niveles y modalidades, forme a los niños y jóvenes —presentes y no presentes en ese acto— con valores como la solidaridad, la independencia, la justicia social y, sobre todo, que se les fomente su formación dentro de una cultura para la paz, tal y como lo establece la Constitución y el artículo 3 de la Ley Orgánica de Educación. Pero no, ministro, para usted, que se preocupa por la redacción, el acento y la frase, no es un problema legal —y mucho menos moral— que el presupuesto que debía ser destinado a su despacho se destine a la compra de armas, aviones y tanques de guerra.

Esta carta no tiene intenciones moralizantes ni educativas, ¡Dios me libre! Por el contrario, mi intención no es otra que exigirle responsabilidad y pedirle, por favor, que deje tranquilos a los niños, a los jóvenes, no se meta con ellos,  ministro, “búsquese uno de su tamaño”, adultos que tengamos las suficientes herramientas para defendernos de sus agresiones. Estoy segura que somos muchos ciudadanos, gente del pueblo, docentes, padres, profesionales, que estaríamos dispuestos a discutir y dialogar acerca de los valores de la educación, la deserción escolar, los programas de reinserción, la enseñanza de idiomas, la distorsión de los hechos históricos, el aprovechamiento de los recursos técnicos, entre otros temas educativos.

Claro, también vale que considere que no vale la pena ese debate, que ya es tarde, porque estamos tal y como usted lo señala en la Guerra de Cuarta Generación. Entonces, por favor RESPETE a los niños y jóvenes y  RENUNCIE, en favor de ellos, a quienes usted se ha propuesto sembrarles la violencia como un valor. Estoy segura que hay mucha gente que me acompañaría en esta petición. Si, ministro, RENUNCIE, vuelva a la ingeniería eléctrica. A lo mejor nos ayuda a resolver la crisis en ese sector y deja de hacer tanto daño.   

 

Entiendo que para esa renuncia se necesita valor. En este gobierno creo recordar que no se renuncia sin correr riesgos. Pero usted, ministro, es un hombre valiente. De hecho dice que “si los yanquis pisan tierras bolivarianas, tomaré un fusil”. Pues vaya tomándolo, porque el ministro de Energía y Petróleo de Venezuela, Rafael Ramírez, acaba de estar en Washington, donde invitó a esos mismos yanquis a invertir en la Faja del Orinoco y tengo la impresión que aceptaran esa invitación. Y además debería saber que con los recursos provenientes del Petróleo, no se juega. Así, ministro, no se pase en sus declaraciones, mantenga, al menos con su Jefe, cierta ponderación y prudencia,  no vaya a ser que le quiten el “verde oliva” que lo acompaña y lo devuelvan más rápido de lo que usted cree al mundo de “azules boinas”.      

 

Finalmente, creo que sí valió la pena escribir la carta. Ahora tengo claro que usted no es Andrés Bello. No deje que lo sigan llamando así. Usted es un Miliciano, usted es el ministro de Educación que no Educa.   

 

Ah, un último favor, ¿le podría hacer llegar copia de esta carta a su colega, el   ministro del Poder Popular para la Educación Superior?  Se lo agradecería.  

Acerca de Alfonso Molina

Alfonso Molina. Venezolano, periodista, publicista y crítico de cine. Fundador de Ideas de Babel. Miembro de Liderazgo y Visión. Ha publicado "2002, el año que vivimos en las calles". Conversaciones con Carlos Ortega (Editorial Libros Marcados, 2013), "Salvador de la Plaza" (Biblioteca Biográfica Venezolana de El Nacional y Bancaribe, 2011), "Cine, democracia y melodrama: el país de Román Chalbaud" (Planeta, 2001) y 'Memoria personal del largometraje venezolano' en "Panorama histórico del cine en Venezuela" (Fundación Cinemateca Nacional, 1998), de varios autores. Ver todo mi perfil
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10 respuestas a Xiomara Rauseo CARTA AL MINISTRO QUE NO EDUCA

  1. Ruth de Quiñones dijo:

    Hola amiga, de nuevo te felicito por tus escritos tan oportunos y valientes! me apego a ti, como se tantos muchosss!Sigue en la lucha q te acompañamos en ella aunque sea en los comentarios de apoyo. Saludos. Ruth

  2. María Elena Laviosa de DÁmore dijo:

    Querida Xiomara: he leído con detenimiento las dos últimas cartas que has escrito, gracias a mi querida cuñada Adele y amiga tuya que me mandó la dirección Ïdeas de Babel¨ . La primera que escribiste fué al Comandante y ésta al Ministro de Educación. Leerte para mi es un reflejo de mi pensamiento, todo lo que has expresado en ellas yo lo he pensado, aquellas preguntas que te has hecho en tus escritos, yo me las he hecho también. Pero quiero llamar tu atención con una reflexión, es acerca de nuestra realidad, de nuestro dia a dia, en ese dia a dia que tenemos que enfrentar, donde no existe la justicia, donde las instituciones están haciendo lo imposible para poder sostenerse y sobrevivir, donde los valores que nos enseñaron y que habíamos aprendido ya no son los mismos, es aquí querida Xiomara donde está la verdadera batalla que debemos librar para no dejarnos arropar por esa pseudo verdad que representan estos dirigentes o líderes que en los actuales momentos están dirigiendo los destinos de nuestra querida patria Venezuela. Creo y considero amiga Xiomara, que no vale la pena que gastes tus valiosas energías en escribirle cartas a estos personeros que a la hora de la verdad son unos representantes de un proyecto que ha fracasado ya en varios países del mundo. Cuyo juguete se llama ¨Construir el socialismo del siglo XXI¨ (nadie hasta ahora sabe qué es eso, ni ellos mismos lo saben) , a costa de la sangre que derraman semanalmente los venezolanos, solamente hay que ver las cifras que dicen los medios de comunicación social en general para darse cuenta de la realidad de nuestro país. Querida Xiomara te invito a la luz de los verdaderos valores que deben reinar en un pais democrático, a construir estrategias de acción para derrotar a un gobierno que ya sabemos que esta derrotado porque sino no actuara o utilizara esos mecanismos facistas que utiliza para amedrentar a nuestra población. Hace poco fueron las primarias, mañana no sé que hay en la agenda democrática, pero a eso es que apuesto yo a construir el futuro que se nos avecina, pensando en nuestros hijos, nietos, compratriotas jóvenes que se están preparando en las universidades para el futuro, que heredarán todo este mamotreto mal montado que se les ocurrió en una noche quien sabe cómo. A pedirle a Dios que en su infinita misericordia nos perdone porque no supimos hacerlo cuando teníamos que hacerlo bien y que nos ayude a salir de este atolladero en que se encuentra nuestra patria Venezuela.
    Te saludo y te abrazo solidariamente en este momento que nos ha tocado vivir en Venezuela, donde no debemos desperdiciar ni un momento para darle la ventaja a alguien que no la tiene.
    María Elena Laviosa

    • Xiomara Rauseo dijo:

      Hola Maria Elena: Bueno saber de ti y gracias por tomarte el tiempo para escribirme. Tienes razón, en muchas cosas, pero sabes que estoy conciente que esas carticas no tienen ningún efecto práctico, pero si tienen en mí un efecto de catarsis por una parte y de compromiso por otro. Si estamos en una época de acción, pero creo que cada uno aprende a sobrevivir con sus herramientas. Fijate, si no me hubiera jubilado de la UCV, ese sería parte de mi discurso en las aulas, enseñar en derecho en una época en donde no se respetan ni leyes y no hay instituciones es díficil; ya me jubilé. Cuando estoy en ejercicio, como abogada, debo guardar la prudencia de quien representa intereses de terceros . Pero como simple ciudadana, en donde solo comprometo mi responsabilidad y la de Alfonso que me publica me hace sentir mejor. Por ejemplo, fijate que desde que escribi la carta para el Ministro de Educación lo veo distinto, ( vai….de uno), siento su pequeñez, que siempre ha estado ahí, pero como que lo desnude, o me desnude yo al escribir lo que me sale del alma. Mary , eso no quiere decir que no esté conciente que se necesita acción, pero esto me ayuda a observar con mas detenimiento las acciones de los colaboradoes y complices de la destruccion del país. Saludos y un abrazo .

  3. Miriam San Juan dijo:

    Hola Xiomara

    Tiempo que no te veo. Pero he tenido la suerte, recientemente, de leerte. Y me siento muy contenta . Lo que escribes te sale del alma, pero meditado y bien expresado. Recoges el pensar de muchas personas y,especialmente, de los que seguimos siendo universitarios y nos indigna que, otros tantos, que compartieron ese espacio de libertad, arraigado en nosotros, anden en un militarismo (por decirlo suave) que nunca imaginamos.
    Un gran abrazo,
    Miriam

  4. Xiomara Rauseo dijo:

    Gracias Miriam un abrazo. Conozco tu cariño por la UCV, así que me entendiste perfectamente.
    saludos

  5. Alicia Reina dijo:

    Comadre! que buena le quedo esa carta! Siga escribiendo que aparte de la catarsis que pueda eso provocarte, este tipo de escritos tienen que seguir produciendose, tanto en el campo de la educación, como en todos los demás que nos afectan porque la Patria está enferma y este es un medio de hacerle diagnóstico.
    Abrazos….

  6. Adriana Graterol dijo:

    Xiomarita, no te imaginas el gustazo que me da leer estas cartas, casi que me alegro mucho de sea caída que te puso en cama, y te llevó a descubrir plasmar tus ideas en un papael!!!
    Decirte que uno se identifica con tu escrito, es poco, me alegro mucho de tú valentía y tus conocimientos extensos que te hacen llegar a escribir semejantes artículos.
    Te felicito de corazón y esperque continues por esa vía, que estoy segura que además de catársis para tí va ha servir de muchas reflexiones.
    Un beso grande para tí y para Alfonso. Los felicito

  7. Miguelángel Landa dijo:

    Solo felicitarte y regocijarme al leer tu carta a uno de tantos miserables que pululan en este régimen.

  8. María Elena Laviosa de DÁmore dijo:

    Querida Xiomara te entiendo y comparto contigo lo de la catarsis, pero cuando reflexiono sobre la realidad que estamos viviendo me da una cosquilla en el estómago y exteriorizo todo eso tan desagradable que llevamos por dentro los venezolanos ante tan fea realidad.
    abrazos, María Elena

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