
Carlos Cruz-Diez delante del muro de Induction Chromatique Double Fréquence, Casa Daros,
Río de Janeiro, Brasil, 2011. © Carlos Cruz-Diez / Adagp Paris 2013 © Foto: Jaqueline Felix.
París, agosto 2013. Carlos Cruz-Diez es una de las grandes figuras del arte contemporáneo, especialmente del arte óptico cinético. Su proposición plástica, una de las más originales de ese movimiento, nos revela al artista como uno de los últimos pensadores del color. Con noventa años a cuestas, este infatigable artista no cesa de investigar e inventar. Sus reflexiones son alimentadas por una muy aguda lucidez y una actitud vital de gran sencillez, abierta al mundo sin prejuicios ni sesgos. Su reflexión plástica ha modificado las nociones sobre la percepción del color en el arte. La propuesta de Cruz-Diez se fundamenta en el color concebido como una realidad autónoma, desprovista de anécdotas, que evoluciona en el tiempo y el espacio reales sin ayuda de la forma y aún sin necesidad de soporte. Su trabajo comprende diversas investigaciones que ha denominado Color Aditivo, Fisicromía, Inducción Cromática, Cromointerferencia, Transcromía, Cromosaturación y Color al espacio.
Luego de más cincuenta años de búsqueda, investigaciones y propuestas sobre el color, el artista cuenta: “vivimos en una sociedad del instante, del acontecimiento, de la mutación y de lo efímero, por lo que antes de tomar en cuenta cualquier consideración estética tradicional, una obra de arte para ser contemporánea debe contemplar la creación de un acontecimiento donde el diálogo espacio-tiempo real estén presentes”.
“El Arte es una estructura compleja de comunicación, expresión, descubrimiento, e invención —afirma Cruz-Diez—, en mis obras nada esta hecho al azar, todo esta previsto, programado y codificado. La libertad y lo afectivo solo cuentan a la hora de elegir y combinar los colores, tarea a la que impongo una única restricción: ser eficaz en lo que quiero decir”. Para Cruz-Diez, “eficacia” es “encontrar una verdad, un enfoque, una singularidad, es alcanzar las condiciones para ser verdadero y auténtico, es poder llegar a los demás. Es claridad en lo que se dice. Es evitar decirlo todo a la vez porque decirlo todo a la vez es no decir nada. Es decir una sola cosa para que la gente entienda. Es ser directo. En definitiva, es convertir las tramadas razones intuitivas en esclarecedoras alternativas estéticas”.
Carlos Cruz-Diez nació en Caracas el 17 de agosto de 1923. Sus investigaciones sobre el fenómeno del color comenzaron en 1954, con un enfoque estético amplio que desarrolló como participante del movimiento cinético, para ese entonces vanguardia del arte contemporáneo en Europa. Desde 1960 vive y trabaja en París, ciudad donde en 1970 establece definitivamente su taller en la conocida Boucherie, una antigua carnicería en la rue Pierre Sémard del barrio nueve. En 1972 funda el taller de Caracas y 2009 el atelier Articruz en Panamá.
Cruz-Diez en Panamá
Marión Gallery, en la ciudad de Panamá, ha preparado en su honor la exposición Cruz-Diez: 90 años de color y contará con la presencia del artista el día de la inauguración, el próximo 15 de agosto. En esta oportunidad exhibirá un conjunto de obras producidas en París y Panamá, una valiosa muestra de su investigación plástica. En la dinámica vida cultural panameña, esta importante galería se ha convertido en un punto de encuentro obligatorio para los coleccionistas de arte, ya que se ha convertido en la plataforma de nuevas propuestas de artistas internacionales y cuenta con una sala de exposición permanente de obras de Cruz-Diez.
Al preguntarle cómo se describiría a sí mismo, luego de tantos años de búsquedas y aciertos, Cruz-Diez respondió: “No somos los artistas-artesanos del siglo XII del espacio único, de lo inmutable, del mito de la eternidad. Ni siquiera somos los artistas del camino de la perfección del siglo XVII ni de la academia del siglo XIX. Somos los artistas de los albores del tercer milenio, donde múltiples nociones que habían sustentado la sociedad durante siglos, se han demolido, modificado y están siendo sustituidas por otras”.
La obra de Cruz-Diez se sustenta en una permanente reflexión: “Hacer Arte, e inventar Arte, es el resultado de decisiones de una extrema lucidez y de un análisis complejo. No es solamente un hecho voluntario, intuitivo o visceral. Incluso personalidades tan complejas como la de Van Gogh, cuya imagen ha sido identificado con la del típico artista romántico, define así la tarea de un artista: “El talento es una larga paciencia, y la originalidad un esfuerzo de voluntad y de observación intensos”.
“Cruz-Diez: 90 años de color”. Inauguración con la presencia del artista: Jueves 15 de agosto de 2013. Marión Gallery, PH Setenta 30, Local 103. Calle 70 Este, San Francisco, Ciudad de Panamá. www.mariongallery.com.
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